El
teatro a rebosar, se apagan las luces y sale él guitarra en mano,
coge aliento y respira la magia del auditorio. De repente el murmullo
se desvanece y el hilo de su voz invade cada milímetro del Palau de
les Arts. Y ese Desencuentro.
Fue
capaz de transmitir sus sentimientos teniendo únicamente como
instrumentos su voz, su guitarra española y un auditorio que por
primera vez a lo largo de su historia abría sus puertas a un
cantante no lírico.
Miedo,
Loco de atar o No te olvidaré eran coreados por las 1.500 personas
que nos reuníamos allí para escucharle. Si hubo algún momento en
que nos hizo levantarnos y bailar, fue con Volver a empezar al más
puro estilo country y su habilidad para abordar la guitarra de esa
manera tan suya. Y aunque todos esperaban el tan famoso Solamente tú
o el nuevo Te he echado de menos, lo que nos dejó sin palabras fue
la sensibilidad y el respeto que mostró con la dedicatoria a su
madre cantando en francés La vie en rose. Simplemente fantástico.
Difícil,
por no decir casi imposible, era cerrar dos horas de concierto
dejándonos con la boca abierta, y aún así lo consiguió. Despedido
ya de su publico, el duende le invadió para marcarse a capella y sin
micrófono un tema flamenco que, estremeciéndonos el corazón, llegó
hasta el último rincón del auditorio.
Hiciste
que esta veinteañera soñadora, con los ojos cerrados mientras
cantabas, soñara que lo hacías solo para ella. GRACIAS, muchísimas
gracias por compartir con nosotros tu música y, por supuesto,
ENHORABUENA ARTISTA.
Y
aquí tenéis la foto más especial para mi. Él no está presente
pero su guitarra representa su más pura esencia.
Me ha encantado la crónica!!!
ResponderEliminarEso es MAGIA... te transporta a un mundo se sueños...
Esa guitarra la he tenido al lado, pegada a mí y me daba respeto tocarla (de hecho, no lo hice) porque es un arma... un arma buena...
Gracias por ponerla!